Cotidiano: diario, de todos los días. Mágico: Encantado, sorprendente.
De eso se trata la muestra, de aquello que vemos sin mirar y miramos sin ver. Aquello que cuando vemos no le damos importancia, en cambio, cuando lo miramos a través del visor de nuestra cámara, descubrimos esa belleza oculta, simple pero maravillosa.
Lo que pisamos, cuando caminamos por la playa, sin ver y cuando lo miramos descubrimos su magia, transformándose en una obra de arte.
Durante nuestras visitas al mar, vemos muchos atardeceres, pero, cuando posamos nuestra mirada en dos pequeñas que esperan pacientemente la entrada del sol, es realmente mágico. Así sucede con todas las fotos, carros que se pierden en la magia de la niebla, la copa, con y sin vino, que cotidianamente vemos sobre la mesa, guarda en sus reflejos la magia que el vino hace surgir.
El tronco del árbol cortado que al no lucir su follaje, nos brinda el colorido de los hongos, demostrando su atractiva magia. Por último, los retratos de nuestras madres y sus manos, ¿qué más cotidiano?, hermosamente cotidiano el ver sus caras plenas de bondad y experiencia y cuánta magia han producido esas manos, hoy arrugadas, pero manteniendo el vigor y la fuerza, la ternura y pureza.
Solamente de eso se trata la muestra, la magia de lo cotidiano.