Todos tenemos en el barrio, algún cine que ya no es cine. En el que vimos nuestra primer pelÃcula o en el que se conocieron nuestros abuelos. El que quedaba ahà a la vuelta y la gente iba una vez por semana a ver toda clase de filmes.
Hoy en dÃa, muchos de aquellos cines que supieron deslumbrar multitudes, son supermercados, centros religiosos, estacionamientos o tan solo escombros. Las antiguas salas que siguen funcionando se cuentan con los dedos de una mano.
En esta muestra, el colectivo «fotoAmbulante» se propone inventar un viaje al tiempo de los cines, retratando lo que fueron y lo que queda de ellos. Desde una mirada joven, el colectivo pretende despertar recuerdos en aquellos que vieron abiertas estas salas y enseñarlas a los que nunca las conocieron como tales.
En un intento por entender por qué cerraron tantos cines, esta muestra plantea una reflexión acerca de cómo se ha transformado la forma de encarar el cine como encuentro para el entretenimiento y el disfrute.