JOSÉ ENRIQUE 1914 - 2007

José Enrique nació en el paraje La Estanzuela, departamento de Colonia. Hijo de don Miguel Enrique, de origen griego cuyo verdadero apellido era Kotromanis. En aquellos años era muy común que a los extranjeros que llegaban al país, se les cambiara el apellido por uno más “criollo”.

Con 17 años, llega José Enrique a Ombúes de Lavalle, con toda su familia. Eran 8 hermanos. Uno de los primeros trabajos de José fue vender papelitos en el carnaval de 1932, año en que Ombúes de Lavalle es declarado pueblo. También José integra la plantilla de obreros que levantaba el edificio del futuro Café y Bar Molinari.

El joven Enrique, demuestra sus inquietudes permanentemente y en uno de aquellos carnavales sorprende a la población con lamparillas de colores adornando las calles. Compró tarros de pintura de diferentes colores donde sumergía las lamparillas y luego las colgaba a secarse. Ombúes tuvo así, por primera vez, su carnaval con iluminación a color.

En 1938, trae junto con Fernando Alhers, un equipo de amplificación electromagnético, con motor Johnson, que daba corriente de 110, para el equipo y 12 volt para la luz. De esta forma José y Eduardo, fueron los creadores de las discotecas en la localidad, organizaban bailes a los que aportaban discos los propios bailarines.

Durante años José se dedica también a la pintura de carteles. Hasta que se inclina por la fotografía definitivamente.

En 1950, instala su laboratorio, en una parte del Bar La Cumparsita, Después se cambia para la esquina de las calles Zorrilla de San Martín y Uruguay, ahí permanece hasta 1960 en que junto a Hugo Durán alquilan el Cine Teatro Tabaré y para ahí traslada su estudio fotográfico. Él mismo pintaba las fotografías con óleo transparente, que aplicaba con un pequeñísimo hisopo de algodón.

A pesar de luchar permanentemente con su limitada visión, José fue un hombre que se dedicó de lleno a su profesión, buscando siempre la superación tanto profesional como técnica. En 1952, trae con Elbio Charbonnier la primera filmadora que llegó a Ombúes

José Enrique fue un hombre que siempre salió al encuentro de las necesidades del pueblo. Cuando había que vestir de luces el carnaval, inventó las lamparillas a color. Cuando había que solucionar la cartelería, ahí estuvo José. Cuando la población necesitó la distensión y diversión del fin de semana, ahí estuvo con su discoteca. Cuando era imperioso un fotógrafo profesional José tomó el desafío y cumplió una tarea histórica para Ombúes, cuando el Cine Teatro Tabaré anunció su cierre, José tomó la posta y cuando en 1980 el Cine Tabaré cierra definitivamente, José lejos de quedarse inactivo, toma la iniciativa de formar el Cine Club.

Don José Enrique, “el griego”, es uno de esos hombres que con la naturalidad de los hombres simples, pero comprometido con su entorno y con la vida, puso su granito de arena, para colaborar como otros en otras áreas, en la construcción de una sociedad solidaria y participativa para todos.

ANIBAL BLANCO