Correspondencias
4 Octubre, 2011 - 1 Noviembre, 2011
Organiza: Café Tribunales

 A mediados del siglo XIX  Charles Baudelaire anuncia en su poema Correspondencias el advenimiento de una nueva corriente estética que declara que “pasa el hombre entre bosques de símbolos / que lo observan con familiar mirada”, donde “perfumes y colores y sones se responden”, y  “que cantan los transportes del espíritu y los sentidos”.

Este nuevo portfolio  fotográfico de José Luis Sosa alude, secretamente, a  aquella vieja estirpe: ha seleccionado y montado, en estrecha proximidad, grupos de dos o tres fotos color que apuntan a co-responderse, sea por su aparente complementariedad temática o formal, acaso por su proximidad compositiva o bien cromática, emparentadas casi todas en la tonalidad afectiva propia de imágenes caras al fotoclubismo rioplatense.

Pero esta nueva visitación a ese universo, en apariencia tan transitado,  adquiere nuevas formas de aproximación sensible, de posibles lecturas, ya aventurando otras leyes de juego. El registro de la pobreza, del deterioro edilicio, o las ostensibles señales de la decadencia del entorno, apuntan más que a la fotografía social o a un naturalismo fácil.

Acá un desdichado barco asoma entre edificios y no resulta sólo un gazapo perceptivo, sino un sugestivo guiño a la deriva constructivista, a la saga de Macondo, quizá más seguramente al astillero onettiano; los colores de un tambor remiten no sólo a eventuales banderías sino que esos colores, también, arrastran sus sones; unas hamacas y un signo vial no son los niños, sino que coinciden en evocar su falta.

Si Herrera y Reissig rescata el amarillo para una sonata de violín en clave de U,  ‘Gori’ nos lo trae  como metonimia de una Llamada lubola, habitado su espíritu por la Ciudad Vieja, el Sur, Palermo, y para “una puerta ya cerrada a mi paso ” ( JL Borges).

Carlos Etchegoyhen